lunes, 19 de diciembre de 2011

Nueva disposición en el convento

Según una nueva disposición del capítulo de hermanos pocitonianos mayores, en adelante todas las entradas de este blog deberán llevar imagen, esto con el fin de hacer más amena la lectura.

Esta entrada estrena

jueves, 17 de noviembre de 2011

Los tres cochinitos

Bueno, luego de un largo periodo de asuencias, el blog vuelve a operar...

La semana pasada, Europa fué testigo de algunos cambios políticos que se encarnaron en tres personajes sumamente interesentes y, dadas sus biografías, sugerentes. Los tres tienen orígenes y edades bastante similares. Son tipos delgados y sesentones, que gustan vestir trajes finos y hablar con la seriedad de un sepulturero; Algo así como en un plan de "Tenemos un problema económico serio, pero nosotros venimos a sepultarlo, unétenos y serás próspero, recházanos y muere de hambre". Sé que no hay que juzgar a las personas a la ligera, pero el contexto y las características de éstos individuos dejan muy poco a la imaginación (y mucho a la conspiración, pero ese es otro tema...).

El primer integrante de ésta interesante triada es Mario Monti. Monti, es un economista de 68 años que, luego de estar taloneándole un rato en la comisión europea de economía, fué seleccionado casi mágicamente para ocuparse de dos cargos dentro del gobierno italiano que quedaron vacantes tras la dimisión del tristemente célebre Silvio Berlusconi. Uno es el cargo ocupado hasta el día de ayer por el propio Berlusconi, es decir: presidente de ministro italiano. El otro, es un cargo que ocupaba un pobre diablo, del cual es díficil hallar información, llamado Giulio Tremonti: Ministro de economía y finanzas. Independientemente de lo insólito de que el presidente del consejo de ministros se ocupe tambiñen de las finanzas (En Italia la política tiene bastante de surrealista), lo escabrozo está en ciertas funciones que éste individuo representó en el pasado. Entre algunas de las perlas de su currículum, se encuentra haber dirigido la Comisión Trilateral y el club secreto Bilderberg que reúne anualmente a cientos de personajes mundialmente célebres en una reunión a puerta cerrada en los Países Bajos. También fue asesor de la General Electric y del muy quemado banco Goldman- Sachs. Monti es bastante menos impresentable que Berlusconi, es cierto, pero tiene unos antecedentes mucho más macabros.

El segundo representante del trío es Mario Draghi, tocayo y paisano de Monti que acaba de ser nombrado presidente del Banco Central Europeo. Draghi tiene un doctorado en economía por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets, pa`los compas). Entre sus proezas pasadas están haber laborado en varios bancos italianos, haber sido gobernador del Banco de Italia y haber sido vicepresidente de la rama europea de Goldman-Sachs.

El tercer elemento es el más pintoresco: Lukas Papademos, hombre que a sus 64 años logró el cargo de primer ministro en la tierra del Olimpo y el Monte Athos. Papademos, igual que Draghi, estudió economía en la hermosa ciudad de Cambridge, bajo la tutela de los venerables economistas del MIT. Como Draghi, fué jefe economista del Banco de Grecia y, como Monti, miembro directivo de la Comisión Trilateral. El pasado 11 de noviembre, sustituyó al socialista Giorgos Papandreu como primer ministro de Grecia. Los únicos opositores a su designación fueron los diversos grupos de comunistas radicales que aún hoy operan en Grecia.

Como podemos observar, los tres han estado enredados con los principales grupos de poder financiero a nivel mundial. Con sus llegadas al poder, las bolsas europeas subieron y la situación se medio estabilizó. Sin embargo, esto no me huele nada bien, tecnócratas así lo único que harán será faavorecer el neoliberalismo desde sus posturas y preparar los pasos para que el mundo quedé totalmente subyugado a los bancos de la mano de una seudo-autoridad financiera mundial... Esto si los dejamos claro.

jueves, 20 de octubre de 2011

Y ya van tres moros

Llego hoy en la mañana a la facultad y me encuentro con esto: http://noticias.prodigy.msn.com/nacional/articulo-uno.aspx?cp-documentid=31086262



Personalmente ya no sé que pensar, si fuera musulmán iría planeando otro ataque contra algun rascacielos gabacho. Es obvio que ésto es algo tan personal como una cirugía por almorranas. Los gringos andan matando moros por ahí al más puro estilo de Tarantino. Esta muerte es una confirmación de que nuestras vidas son sólo una película que ahora ven algunos obesos seres polidimensionales mientras tragan palomitas hipercúbicas.

Ya en serio, es preocupante ver como los gabachos matan a mansalva y nadie les dice nada. Que de Bin-Laden hayamos pasado a  Awlaki y de éste a Gadafi es mal síntomaa, muy mal síntoma. No niego que el moro se pasó de lanza con su pueblo, pero da verguenza pensar en el júbilo que seguramente embarga ahora a cientos de americanos y de otánicos que festejan alegres la muerte del moro.

Descanse en paz, Muamar el Gadafi (1942-2011)

miércoles, 12 de octubre de 2011

Ecce Bodrio...

Su reaccionarísma, Fray Juan de Tetzel, nos ha enviado esta minificción que construyó para cumplir el encargo de la orden:

Sobrevivir al cáncer testicular, fué la causa de su rencor con las tijeras...

martes, 11 de octubre de 2011

Minificciones periodísticas

Un microrrelato es la mejor manera de acceder a los terrenos de la comicidad sarcástica. Por ello nuestra orden ha decidido imponer a sus hermanos la tarea de escribir una minificción diaria. Aquí se muestra una minificción de Fray Juan de Torquemada dónde se ironiza el modus operandi de la prensa:

El periodista cerró su lap-top y, tras aniquilar el poco café que quedaba dentro de su taza, se frotó los ojos y estiró sus dedos entumecidos. Terminó su nota sobre el último feminicidio en la ciudad y lo remató con las palabras de siempre: "El asesino huyó y no se ha podido revelar su identidad". Luego, se dió media vuelta, se levantó de la silla, caminó hacia el closet, lo abrió, miró compadecido el apestoso bulto envuelto en plástico negro, tomó una pala y, levantando el bulto por un extremo, salió a enterrar el cadáver...

Disfrutad el minibodrio y comentad...

lunes, 10 de octubre de 2011

Las reglas de la hoguera

Dado que, como puede verse, existe un tremendo desajuste en el espacio que hay entre cada una de las entradas de este blog; los inquisidores generales me han encomendado reducir el número de vanidades incineradas a dos por día, osease, dos posts diarios es el tope que tendrá esta hoguera. Para favorcer la disciplina del frayle que la mantiene viva, sus superiores le han encomendado además, la tarea de revisar minuciosamente cada entrada antes de ser publicada. Si la entrada contiene errores de dedo y éstos no se corrigen al momento de dar click en "publicar entrada", la entrada permanecerá así para toda la eternidad cibernética. Ésto obedece, además, a un criterio de la orden de los hermanos pocitonianos mayores, a la que pertenece este humilde frayle. El criterio dice que no existe el texto absoluto y no existe la forma de escribirlo, por lo que los errores escriturales, de acuerdo a lo revelado a San Menmón, fundador de nuestra orden, son irrelevantes y de hecho no son errores, sino simples manifestaciones juguetonas de la forma, que no quiere ser domesticada.

En cuanto a tí, visitante de este espacio cuasi-sacro, las únicas reglas son:

- Libertad para comentar, limitada sólo en lo que el frayle considere obstaculiza la forma de una sana discusión.

-Libertad para no comentar, limitada solo en lo que el frayle considere obstaculiza la forma de sana salud mental.

-Libertad para comentar irreverentemente, limitada solo por lo que el frayle considere una ofensa directa  Dios, Cristo, Su Santísima Madre, La Eucaristía, Los Santos (Los reales, a los patafísicos se les puede blasfemar a libertad siempre que no se incurra en violentar el artículo primero).

- Libertad para no comentar irreverentemente, limitada solo por lo que el frayle considere un exceso en la mojigatería y en la decencia farisaica.

Por lo demás, comenten lo que quieran, todo lo que no entre en estos puntos, es patafísico y relativo...

Bienvenidos sean a este santuario dedicado al Santo (Pero insano) Fanatismo, mis queridos peregrinos virtuales que, hastiados de la pornografía, de la soledad de las redes sociales, o de la esclavitud escolar impuesta por la academia, dieron a bien en dar con este lugar...

Frollo era Jesuita...

Jesuita y, por contradictorio que suene, prejansenista también. Aunque, debe quedarnos muy claro que cuando hablamos de Frollo, no nos referimos al personaje de Víctor Hugo sino al de Walt Disney. Sí, ya sé que del francés que se devanaba los sesos escribiendo libros de quinientas páginas, al gabacho que dibujaba sus monitos en "Technicolor", existe la misma diferencia que hay entre la casa de los azulejos y las unifamiliares del fraccionamiento donde vivo. Sin embargo, debemos reconocerle a la versión disneyana el haberse suavizado "un poquito" con la iglesia, con respecto a la novela de Vicky Huge. Digamos que los masones gringos fueron menos salvajes que los jacobinos. El juez Frollo de Disney, por ejemplo, ya no es arcediano de la catedral de Notre Dame, sino funcionario de la santa inquisición. Todos sabemos que este cambio y la aparición del arcediano bueno se hicieron para que la peli vendiera en los países catoliquillos. Sin embargo, el personaje de Frollo toma algunas características que lo vuelven más interesante en su versión caricatureada que en la noveleada, pues se transforma en representante de una corriente muy presente en el catolicismo francés de la contrarreforma.

Existen tres pistas que nos ayudan a entrever la filiación eclesiástica de Frollo: El color del hábito, su opsición con el clero secular y su concepto de obediencia. Disney no nos dice que Frollo sea eclesiástico. De hecho, lo hace aparecer más bien como un juez civil. Sin embargo, este "juez civil" se erige a sí mismo en portavoz de la pureza y la virtud cristiana y tiene la dicha de presidir los autos de fé del tribunal del Santo Oficio. Esto, sumado a su aparente celibato contradictorio, nos pone muy díficil que Frollo sea un juez civil y le da un cierto aire clericalón que no es nada despreciable. Tenemos que usa un hábito negro, similar al de la compañía de Jesús y tenemos además que es erudito y rigorista a la hora de perseguir herejes varios. No debemos olvidar cuales eran las principales atribuciones de la compañía tras el Concilio de Trento. Por otro lado, existe una suerte de pleito a muerte entre Frollo y el clero secular, representado éste por el arcediano. Pleito que se da en sintonía entre el conflicto entre Jesuitas y autoridades civiles a lo largo de toda la era moderna. Más significativo aún resulta ver como para el buen ministro es peor desobedecer una orden dada que asesinar a un molinero inocente y a su familia.

Quien sabe si en realidad todo sea como estoy diciendo o se traten solo de las alucinaciones tontas de un conspiparanoico traumado con Frollo que en vez de estar haciendo algo útil prefiere escribir en un blog sin visitas. No lo sé, lo que si sé es que Frollo encarna todo un modo de ser dentro de la catolicidad militante de la contrareforma y encarna a demás un espíritu muy del catolicismo francés que verá la luz con los escritoss de Cornelio Jansen. Mientras tanto, evitemos caer en lo de frollo volviéndonos voluntaristas rigurosos...

A 63 años del ataque contra Münster



63 años han pasado desde que la furia aliada se descargó contra ésta histórica ciudad alemana, provocando inumerables víctimas mortales y daños patrimoniales de valor incalculable. Lo sorprendente, es que el obispo que preside en la imagen de la catedral en ruinas, fué en su momento uno de los mayores opositores al régimen inhumano de Adolf Hitler. Con todo, los aliados cogieron parejo y destrozaron el corazón de una ciudad inocente, fingiendo luego que todo había sido un error. Para quienes quieran información sobre el bombardeo, les dejo este link de religión en libertad: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=16205. A nosotros sólo nos queda rezar por quienes murieron en el bobardeo y esperar que esta forma tan maniquea y "moderna" de hacer guerra se acabe.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Apología de los grandes huevones

Aqúí va el segundo acto, es un texto de Martinsky dónde se hace apología de los huevones que lo fueron por preferir la contemplación poética o filosófica a la acción económica. No todos son ejemplares (de hecho la mayoría no lo son) es cierto, pero se requiere una buena dosis de valor para afrontar la pobreza como la afrontaron ellos:

Cuando nos hablan de los grandes como si hubiesen sido trabajadores incansables y figuras elementales del progreso industrial y social, lo unico que hacen es timarnos. Yo solo quiero que alguien me diga a que se dedicaba Dostoyevski, que hacía Nietszche para mantenerse o como fué que Emil Cioran, ese gran predicador del sinsentido de la vida, llegó hasta casi los noventa años habiendo despreciado el trabajo toda su puta vida. La respuesta es sencilla: nada, ninguno de ellos hacía nada, como su colega Macedonio Fernández, estos tipos se la pasaban en la "contemplación" para hallarle un sentido a ese mundo bárbaro que se abría ante ellos como un perro rabioso a punto de sufrir la paralización total de la garganta.

    Estos tipos, junto con casi todos sus colegas contemporáneos, fueron los grandes maestros del ocio, y la verdad, que bueno que fue así.¡Imagínenese a Nietszche trabajando siete horas diarias en una fábrica!no habría ocurrido el incendio a occidente oculto tras las páginas de Zaratustra. Ahora suban la apuesta e imaginen en la fábrica, ya no a Nietszche, sino a Charlie Marx, acaban de condenar a muerte al comunismo sin que este haya nacido todavía. La enajenación industrial no les habría permitido pensar a estos grandes, así de simple.

    Esto no quiere decir sin embargo, que estos hombres estén excentos del trabajo que, como no debemos olvidar (Y el mismo San Pablo nos hace el favor de recordárnoslo, gracias), es condición para sobrevivir aquí en la tierra y es consecuencía de la caída de nuestra raza en este torbellino de decadencia al que llamamos mundo. Más bien quiere decir que estos individuos pagaron el precio de no trabajar y lo pagaron caro, no fué su vida un resort como podríamos suponer, sino que fué un cúmulo de dudas que, como las llagas de la lepra, se adhirieron a sus mentes y corazones dejándo a muchos de ellos en las puertas del manicomio y a otros mas en las del infierno. Bloy, el gran profeta de los pobres, vió morir de hambre a sus hijos mientras de sus dedos escurría la sangre transfirgurada en tinta, habría podido revertir la fórmula alquímica para transformarla en oro, pues después de todo "el dinero era la sangre de los pobres"; no quizo, prefirió ver morir a sus hijos y casi morir el mismo, a evitar que murieran los hijos de otro, prefirió morir en cuerpo a morir en alma, fué un seguidor casi literal de Cristo, despreciando el mundo por algo mas noble.

   Estos hombres: Baudelarie, Bloy, Cioran, Nietszche y muchos más, se distinguieron del huevón improductivo por excelencia en una sola cosa: ellos si produjeron, produjeron alimento para la mente y el espíritu de muchos. Ellos eran los grandes huevones y no es justo que el mundo moderno equipare sus modos de vida con el de los huevones improductivos, esos que se hicieron millonarios especulando o heredando fortunas, esos mismos que son dueños del orden actual y quieren a todos metidos dentro de las fábricas para poder monopolizar las ventajas de la hueva. Son tontos, y son tontos porque no saben que para los grandes huevones, la hueva no fué nunca ninguna ventaja, sino una elección cercana a la pobreza evangélica de quien menosprecia las ofertas mundanas, por muy salvadoras que estas parezcan.

Martinsky